lunes, abril 18, 2005

TEÓLOGOS CRISIS ABIERTA

Juan Pablo II tuvo que afrontar desde el comienzo de su Pontificado conflictos doctrinales con los teólogos centroeuropeos y con los defensores de la Teología de la Liberación. En la mayor parte de los casos, las acusaciones de intransigencia iban dirigidas a la Congregación para la Doctrina de la Fe que preside el cardenal Ratzinger. En el fondo, los tiros no iban sino contra la autoridad del Pontífice.

Uno de los teólogos más belicosos ha sido el suizo Hans Küng. Cuando Juan Pablo II fue elegido Papa en 1978, el proceso abierto a Küng llevaba ya en curso tres años.
La sentencia de la Congregación para la Doctrina de la Fe tuvo lugar en diciembre de 1979 y los términos en los que se expresa no dejan lugar a la duda: «Se aparta (Küng) en sus escritos de la plenitud de la verdad de la fe católica. En vista de ello, no puede considerarse como teólogo católico ni enseñar como tal».

Las diferencias con el Vaticano se referían fundamentalmente a cuestiones relativas a la infalibilidad del Papa, al magisterio de los obispos y a la Eucaristía. Küng –que se negó a acudir a Roma– fue privado de su cátedra de Teología católica en la Universidad de Tubinga.

El teólogo suizo manifestó su malestar hacia los obispos alemanes y hacia sus compañeros de docencia por obedecer a Roma en lugar de respaldarle. El propio Juan Pablo II le dirigió una carta abierta unos meses después en la que le invitaba, en tono conciliador, a un «encuentro en la verdad proclamada y profesada por la Iglesia» para que Küng pudiera volver a «ser llamado teólogo católico».

El Papa se preguntaba en la misiva si un teólogo «que no acepta íntegramente la doctrina de la Iglesia tiene todavía el derecho de enseñar en nombre de la Iglesia». Desde que le fuera retirada por Roma la «venia docendi», Küng no ha dejado de cuestionar a la menor oportunidad la infalibilidad del Papa y su autoridad en cuestiones doctrinales.

Uno de sus ataques más furibundos acaeció en octubre de 1985 cuando en un polémico artículo, publicado en el diario alemán «Die Zeit», Küng criticaba la labor de Juan Pablo II en sus siete años de Pontificado y le acusaba de «tener miedo a la libertad» y de dedicarse «no a curar las heridas sino a poner sal en ellas». Además, le echaba en cara el haber frenado el movimiento conciliar, practicar un «adoctrinamiento unilateral» y llevar a cabo una «política activa» en Iberoamérica «en estrecha coordinación con la Casa Blanca».

Madrid. Ricardo Coarasa. ABC.



Küng fue censurado recientemente en algunos medios mexicanos, porqué? mmm, quizá por $$$