¡Milagro, milagro!
"Cuando era niña tenía miedo de que no me crecieran los pechos. Me decían "la nadadora", porque nada por delante, nada por detrás. Entonces visité una iglesia con mi madre. Yo al entrar puse una mano en el agua y dije: Diosito, dame pechos, y me toqué y me hizo caso."
Salma Hayek
Damos gracias a toda la corte celestial por el generoso milagro concedido, jeje, a poco no es justo?.